En el XX Congreso Latinoamericano de Nutrición, que se desarrolla desde el domingo 22 de octubre en la Universidad de Cuenca, se ha manifestado con firmeza el rechazo a la industria de productos ultraprocesados, argumentando que son la base para el fracaso del sistema alimentario y ocasionado un daño rotundo a la salud de la población, especialmente a niños, niñas y adolescentes. 

En ese contexto, el evento se organizó sin financiamiento proveniente de los sectores mencionados, se declaró libre de conflictos de interés (CDI), postura que cada ponente manifestó previo a su participación: “No tengo conflictos de interés, reales o percibidos, directos o indirectos, relacionados con esta presentación”.

Y sobre esa temática se reflexionó ampliamente en una conferencia especial, en el Teatro Carlos Cueva Tamariz, donde se expuso la postura de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN) sobre la participación de actores comerciales y conflictos de intereses en la investigación, educación y nutrición.

Del Centro de Investigación en Nutrición y Salud de México, Simón Barquera, explicó que para la iniciativa se conformó un comité integrado por expertos de organizaciones dedicadas a la nutrición y salud pública de 11 países. Como antecedente para actuar frente a esta problemática señaló la influencia negativa que ejercen corporaciones de alimentos dañinos. 

Asimismo, la interferencia de esta industria para el desarrollo de políticas públicas en toda la región, lo que ha retrasado la implementación de esfuerzos para la prevención y control de la mala nutrición, la prevalencia de enfermedades no transmnisibles (ECNT) y sus factores de riesgo, y el deterioro del medio ambiente. 

Barquera resaltó que es necesario incrementar la sensibilización y actuar con determinación sobre las distintas estrategias por medio de las cuales los actores comerciales blindan sus intereses económicos y perpetúan su poder político. La influencia de estos se centra en desacreditar la evidencia científica, intimidar a investigadores y servidores públicos, financiar investigaciones y diseminar información favorable a sus propósitos. 

El jefe de nutrición de UNICEF en México, Mauro Brero, enfatizó que, de acuerdo a la evidencia, las industrias de productos ultraprocesados “son los principales determinantes de todas formas de malnutrición en el mundo actual; y junto al alcohol y tabaco contribuyen a las ECNT y mortalidad”.

Agregó que son las principales barreras para el desarrollo de mecanismos que regulen la oferta de productos ultraprocesados. En ese sentido, UNICEF aboga para que estas empresas no sean parte de los procesos de políticas públicas… “No vamos a aliarnos o recibir fondos de entidades o personas que representen sus intereses”, enfatizó.

Por lo antes señalado, la SLAN y el Comité CDI reafirmaron su compromiso de proporcionar herramientas a distintas agencias de desarrollo, de las Naciones Unidas, organizaciones de salud, colectivos de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil y gobiernos, entre otras instituciones de la región, para promover acciones éticas para combatir la mala nutrición. 

En el siguiente enlace encontrará de manera completa la “Postura de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN) sobre la participación de actores comerciales y conflictos de intereses en la investigación, educación y nutrición”:

https://drive.google.com/file/d/1Bno7As4xsPXC3XLLMlB-GIqiMHVH9yJn/view?pli=1