La Universidad de Cuenca a través del Programa de Mentoría de Mujeres Científicas PROMEMCI, busca generar lazos entre mentores(as) y mentorandas, poniendo en práctica estrategias para la diplomacia científica, un vínculo entre ciencias, políticas públicas y relaciones internacionales.
El Taller de Diplomacia Científica, dirigido por la investigadora Patricia Castillo-Briceño, representante regional de OWSD-UNESCO y cofundadora de la Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas (REMCI), fue un encuentro práctico centrado en cómo la ciencia puede incidir directamente en la construcción de políticas públicas basadas en evidencia.

A lo largo del taller, las participantes exploraron sus portafolios de investigación, identificando posibles vínculos con la diplomacia científica y con la formulación de políticas públicas en sus áreas de especialización.
Uno de los ejercicios destacados fue el análisis de los intereses de las mentorandas en materia de incidencia. El ejemplo de Ximena Fárez, mentoranda del PROMEMCI, especialista en el área médica, planteó como aspiración la creación de una política pública orientada a la prescripción de cuidados de enfermería y medicamentos por parte del personal de enfermería, una propuesta con alto potencial de impacto social.

Castillo condujo una lluvia de ideas que permitió a las participantes identificar áreas de especialización e interés común, a partir de las cuales se diseñaron estrategias de colaboración interdisciplinaria e interinstitucional. Los grupos de trabajo reflexionaron sobre los tres ejes de acción de la diplomacia científica —la ciencia para la diplomacia, la diplomacia para la ciencia y la ciencia en la diplomacia—, reconociendo la necesidad de traducir la investigación académica en acciones concretas y sostenibles.
Durante el desarrollo del taller, la facilitadora presentó instrumentos útiles para el ejercicio de la diplomacia científica, como acuerdos, agendas, protocolos, convenciones y declaraciones internacionales (entre ellos, los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS). Además, se abordaron espacios de acción internacional, interregional y regional, y su relación con la creación de políticas públicas que promuevan la cooperación entre sectores, gobiernos y organismos multilaterales.

También se profundizó en la interfase entre ciencia y políticas públicas, explicando cómo las y los investigadores pueden incidir en tres niveles el internacional, interregional y regional para gestionar apoyo institucional y alianzas estratégicas.
Asimismo, se enfatizó la importancia de identificar objetivos comunes, los niveles de gobernanza involucrados, los actores clave (stakeholders), así como los procesos de mitigación de riesgos, resolución de conflictos y negociación, todos elementos esenciales en la práctica de la diplomacia científica.
En la parte final del taller, la expositora compartió algunas claves esenciales para el ejercicio ético y efectivo de la diplomacia científica:
- La ética en el intercambio de conocimiento.
- El valor de la ciencia abierta y accesible.
- Los mecanismos de involucramiento multilateral que fomentan la cooperación global.
Como parte de un “kit rápido de diplomacia científica”, Patricia Castillo-Briceño propuso estrategias centradas en objetivos claros, mensajes coherentes con las necesidades reales, y la creación de espacios de convivencia entre la ciencia, las políticas públicas y las relaciones internacionales.
El taller reafirmó el compromiso de PROMEMCI con el fortalecimiento de las capacidades de las mujeres investigadoras, promoviendo que su trabajo científico se convierta en un motor de cambio y diálogo entre la academia, la política y la sociedad.