La Universidad de Cuenca y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) suscribieron un convenio de cooperación interinstitucional con el propósito de fortalecer el proyecto “Patrimonio biocultural: interacciones ser humano-ambiente y construcción de paisajes andinos del Austro”.
El acto oficial tuvo lugar en la Casa de las Palomas, espacio patrimonial que simboliza la memoria y la identidad de la ciudad, y contó con la presencia de autoridades académicas, representantes del INPC, docentes e investigadores vinculados a la preservación del patrimonio cultural del sur del país.

El convenio busca impulsar actividades de investigación, registro, documentación y difusión del patrimonio biocultural, promoviendo un trabajo conjunto entre la academia y las instituciones públicas para la protección y valorización de la memoria colectiva y los paisajes culturales andinos.
Durante la ceremonia, las autoridades subrayaron la importancia de integrar el conocimiento científico con los saberes locales. En su intervención, María Augusta Hermida, rectora de la Universidad de Cuenca, destacó: “La Universidad está aquí para ayudar a que la sociedad prospere, y parte de eso es reconocer su historia, su memoria y, a partir de ahí, proyectarse en el futuro.”
Por su parte, los representantes del INPC señalaron que este convenio permitirá consolidar procesos de investigación interdisciplinaria que articulan la arqueología, la antropología y la geografía, fortaleciendo la preservación del patrimonio cultural y natural de los pueblos andinos.

El proyecto se desarrollará principalmente en el cantón Paute, territorio donde convergen expresiones materiales e inmateriales de gran relevancia para la comprensión de las dinámicas culturales y ambientales del Austro ecuatoriano.
Con esta alianza, la Universidad de Cuenca reafirma su compromiso con la investigación científica, la educación patrimonial y la vinculación con la sociedad, contribuyendo al fortalecimiento de la identidad regional, al desarrollo sostenible y a la protección del patrimonio biocultural como herencia viva de las generaciones presentes y futuras.