Miles de personas con pancartas y banderas, con mensajes y dramatizaciones, con música y tambores, con paraguas para el sol y la lluvia, pasaron al pie de un prestado balcón el martes 16 de septiembre. El quinto río lo llamaron con morlaca propiedad, aludiendo a las aguas de los 4 ríos cuencanos y ratificando con el agua su vínculo de identidad inquebrantable.
Pero…los ríos no son solo agua: son su lecho, sus orillas, sus árboles, su paisaje… sus rumores y la vida a ellos asociada. Son alegría, alimento y salud. Son ambiente, son morada, son personas y cultura. La metáfora del quinto río se expande hacia su lugar. El lugar de vida del flujo humano que lo conformó: la gente que vive en Cuenca y su región, y las condiciones en las que se debate este sitio-hogar-cauce-lecho-atmósfera-terruño-ciudad, que es patrimonio cultural de la humanidad.

El lugar del quinto río, en sus 26 años, sigue siendo el sitio amado y controversial, el lugar de encuentros y forcejeos, el espacio de la inequidad y de la solidaridad, de la ambición y de la entrega. El escenario de las disputas políticas y de las políticas que se disputan la ciudad. De los intereses pequeños y mezquinos, y de aquellos inspirados en la utopía y la grandeza. Del espacio colonial que resucita nuevas formas de colonización, del espacio académico, intelectual, creativo, popular y tradicional que rescata del pasado su sensibilidad, su literatura, su arte, sus lecciones, para descolonizar el futuro.
Los 26 años de Cuenca en la lista del patrimonio mundial, la encuentran tocada y confusa. Bella aún, pero perturbada. Vibrante y alegre, pero amenazada. De fragilidad acentuada. Sus ríos, incluido el quinto, la engalanan y saludan a su paso. Son su cristalina integridad. La explícita expresión de su salud. Así como en el buen manejo de sus cuencas y de sus cauces está la esperanza, en el buen manejo del lugar del quinto río se configura el futuro de su patrimonialidad.

Los nubarrones que angustian al país ya ensombrecen también a la Cuenca patrimonial. Su futuro sigue estando en nuestras manos, pero es necesario activar los mecanismos para ejercer su cuidado con mirada participativa, con solidaridad e inclusión social. Una reflexión a fondo sobre El lugar para el quinto río, quizás aún incompleta pero comprometida y sincera, puede encontrarse en El lugar del quinto río, en:
El lugar para el quinto río -Cuenca, 26 años en la lista del patrimonio de la humanidadTodos tenemos la responsabilidad de contribuir con el destino de nuestra querida ciudad.
Sobre el autor: Arquitecto y comunicador social, con doctorado por la Universidad de Roma. Fue profesor en la Universidad de Cuenca por 37 años. Ha dedicado su vida académica y profesional a la investigación, la enseñanza y la recuperación del patrimonio regional. Fotógrafo y expositor en eventos en varios países del mundo. Apasionado por la construcción con tierra.
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