El Aula Magna de la Universidad de Cuenca lució repleta la lluviosa noche del miércoles 26 de febrero. La ocasión lo ameritaba: el lanzamiento de Efraín Jara Idrovo. Obra Reunida, una coedición de UCuenca Press y la Editorial Municipal, que reafirmó una vez más la importancia de preservar los legados culturales y el interés que estos generan en una ciudad con una sensibilidad artística tan especial como Cuenca.

El largo camino hacia la obra reunida

El proyecto, que tomó varios años, tuvo el apoyo del Rectorado, y del Vicerrectorado de Investigación e Innovación de la Universidad de Cuenca. Así el vicerrectorado facilitó los fondos iniciales para  la ardua tarea de recopilar, organizar y analizar la vasta obra de Jara Idrovo. Un trabajo de esta magnitud requería un equipo de primera línea: María Augusta Vintimilla, Manuel Villavicencio y Cristóbal Zapata lideraron la edición, con el respaldo de Johnny Jara Jaramillo, hijo y albacea del poeta, y Soledad Corral, quien fuera su secretaria personal y pieza clave en la recopilación de textos.

Gracias a la decisión del Rectorado, UCuenca Press el sello editorial de la UCuenca puso a su equipo a la corrección, diseño y diagramación a trabajar en el libro, bajo su colección “Honor y Memoria”. El Municipio de Cuenca, por su  parte a través de su Dirección de Cultura y la Editorial Municipal asumió la impresión de los volúmenes y el acompañamiento al proceso. De esta forma, la empresa, titánica en su alcance, se materializó en tres tomos que recogen la poesía, ensayos, discursos, correspondencia y entrevistas de Efraín Jara Idrovo, acompañados cada uno de un riguroso expediente crítico.

 La noche del lanzamiento confirmó que la colaboración entre las personas, las instituciones y sus distintas dependencias es el camino a seguir, un principio que los cuencanos han sabido aplicar a lo largo de su historia, enfrentando con tenacidad los desafíos del centralismo.

Portada del Tomo I.

Rumbo al centenario de Efraín Jara Idrovo

El 26 de febrero de 2025, fecha del evento, Efraín Jara Idrovo hubiese cumplido 99 años. Este aniversario simbólico marcó el inicio del camino hacia el centenario de su nacimiento. Manuel Villavicencio, impulsor del proyecto, inauguró la velada con unas palabras en las que recordó, con humor y nostalgia, la irreverencia del poeta, su aversión a la solemnidad y las dificultades que implicó llevar a cabo esta monumental recopilación. Cerró su intervención con un profundo agradecimiento a su maestro y con el compromiso de compartir su obra con nuevas generaciones.

Cristóbal Zapata, en representación del equipo editorial, ofreció un recorrido por la importancia de Jara Idrovo en la literatura ecuatoriana desde sus varias facetas como poeta, narrador y crítico de arte. Subrayó la singularidad de su escritura y su autoexilio poético en Galápagos, pero también destacó su papel como figura pública: decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Cuenca, presidente en dos ocasiones de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay  y artífice del Festival de la Lira y la incorporación del Museo de Sitio Agustín Landívar a la Casa de la Cultura, así como la concepción del Salón Nacional, que allanó el camino para la Bienal de Cuenca. Su amor por la música lo llevó incluso a idear la iniciativa de los telefunques, aquellos parlantes camuflados entre los árboles del parque central que buscaban convertir a Cuenca en una ciudad musical.

Portade Tomo II.

Una velada de arte y memoria

El evento alcanzó un punto álgido con la presentación de Su Terry, destacada saxofonista y clarinetista estadounidense, quien interpretó una pieza de música concreta inspirada en un poema de Jara Idrovo, su suegro. Luego, cautivó al público con una magistral ejecución de jazz. La emoción en el auditorio era palpable: entre los asistentes se encontraban familiares del poeta, amigos, estudiantes y destacadas figuras de la literatura y la cultura local.

El concejal Iván Abril, en representación del alcalde, tomó la palabra para resaltar la relevancia de esta publicación y la necesidad de defender la cultura como esencia de la ciudad. Por su parte, la rectora de la Universidad de Cuenca cerró la ceremonia con un discurso cargado de significado. Reflexionó sobre la relación entre el poeta y su alma mater, una institución a la que Jara Idrovo consideraba su madre y a la que sirvió como estudiante, docente y creador incansable. “No hay deuda”, afirmó con visible emoción. “La relación entre el genio y su universidad se ha convertido en un pacto de amor y respeto mutuo. Y para esta casa de estudios, en un motivo constante de reflexión sobre cómo las oportunidades transforman la vida de las personas”.

La noche culminó con un brindis en el lobby, donde los asistentes compartieron anécdotas y recuerdos en torno a la figura de Jara Idrovo. Con la nostalgia a flor de piel y un renovado compromiso con la memoria cultural, el público se llevó consigo los tres tomos de Obra Reunida, entregados en una elegante caja y de manera gratuita. Además, los volúmenes están disponibles en línea para descarga libre, en el catálogo virtual de UCuenca Press y en la página de la Dirección de Cultura del Municipio.

Una noche lluviosa, sí, pero luminosa en su significado: el inicio del homenaje a un poeta imprescindible en la historia literaria del Ecuador.

Portada Tomo III.