Abordar la salud sexual y reproductiva es fundamental para garantizar los derechos de todas las personas. Visibilizar las distintas realidades permite construir nuevas narrativas que aporten a la transformación social. Ese fue precisamente el objetivo del Encuentro Latinoamericano de Investigación y Acción en Salud Sexual y Reproductiva, realizado el 8 y 9 de mayo de 2025 en la Universidad de Cuenca.
El evento constituyó un espacio de diálogo intergeneracional y multisectorial que reunió a investigadores, profesionales, estudiantes y organizaciones sociales, con el fin de fortalecer redes desde la perspectiva del Sur Global.
La actividad formó parte del proyecto Kali Kay, impulsado por la Dirección General de Vinculación con la Sociedad de la Universidad de Cuenca, en conjunto con la Universidad Técnica de Manabí y la Corporación Kimirina, con el financiamiento de la Embajada de Francia. Esta iniciativa busca mejorar el acceso y la calidad de los servicios de salud sexual y reproductiva en Ecuador, con énfasis en adolescentes y jóvenes, desde un enfoque de equidad de género y derechos humanos.
Durante la inauguración, la rectora de la Universidad de Cuenca, María Augusta Hermida, reafirmó el compromiso institucional con una educación superior crítica, transformadora y articulada con los derechos humanos. Destacó que, gracias al proyecto Kali Kay, la institución ofrece servicios de salud sexual y reproductiva en el Centro de Especialidades Médicas.
Por su parte, Pascale Baraghini, consejera de Cooperación y Acción Cultural de la Embajada de Francia en Ecuador, subrayó la participación de diversas organizaciones, como Naciones Unidas, representantes de universidades del país y movimientos de mujeres. También resaltó la movilización de estudiantes de varios colegios hacia los distintos campus donde se realizaron talleres y charlas. Además, felicitó la reciente aprobación, por parte del Consejo de Educación Superior, de la Maestría en Salud Sexual y Reproductiva.
David Acurio, director de Vinculación con la Sociedad, señaló que el Encuentro permitió sensibilizar y romper estereotipos y tabúes en torno a la salud sexual y reproductiva, siempre desde una mirada basada en los derechos humanos. Consideró que la conformación de una red internacional abre la posibilidad de desarrollar proyectos a largo plazo con diversas instituciones.
Entre los aprendizajes destacados por Acurio están las metodologías de trabajo de campo compartidas por distintas organizaciones durante los talleres, así como los recursos lúdicos para tratar temas sensibles como la salud menstrual, que aún constituye un tabú para muchos jóvenes.
“El rol de la academia es romper tabúes en torno a la salud sexual y reproductiva. Es hacer visibles las distintas realidades, mirarlas desde una lógica social y científica para abordarlas sin prejuicios, como camino hacia la garantía de derechos”, afirmó Acurio.
